Unos porque son muy amanerados, otros se sacan mucho las cejas, otros cosen, bordan y ponen la mesa en su santo lugar, se dio el caso de dos que son especialistas colocando uñas de acrigel, dos son entrenadores de un gimnasio en Altamira, cuatro son chefs, dos son acróbatas, otro trabaja en una veterinaria donde baña y despioja a perros y gatos, hay otros que hablan malandreado, en fin, los que medio valen la pena miden un poco más de metro y medio.
El caso es que Osmel sigue empeñado en encontrar hombres de un metro ochenta en adelante, los que había emigraron, a otros sencillamente no les llama la atención meterse en estas honduras de concursos de belleza.
Dicen que el zar ha exigido que le lleven peloteros, pichones de actores, nadadores, pues que parezcan tipos y que se comporten con masculinidad, porque de los 80 que ya le han llevado como a 79 se les moja la canoa, bueno, no se les moja, ¡se les hunde!
Por cierto, esta semana Osmel decidió quedarse en Miami, Estados Unidos, porque ayer jueves 19 de febrero se celebró la entrega de los premios “Lo nuestro”, que organiza Univisión desde hace muchísimos años. Para ello el zar decidió rebuscar en todos los sitios de rebajitas en aquella urbe del sur de Florida, donde encontró nuevos pedruscos, para pegarle a sus chaqueticas, y brillar más que las luces del Aeropuerto Internacional de Miami de noche
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