La cadena hispana no perdona los comentarios sobre los mexicanos del candidato republicano, que amenaza con querellarse.
La escalada de declaraciones agresivas entre Donald Trump y la cadena hispana Univisión no ha cesado desde que el magnate, propietario de un imperio televisivo y candidato republicano en Estados Unidos para las elecciones de 2016, dedicara unas controvertidas palabras a los mexicanos. «La división de entretenimiento de Univisión anunció que la empresa ha puesto fin a su relación comercial con la organización Miss Universo, que pertenece en parte a Donald J. Trump, por sus comentarios ofensivos sobre los inmigrantes mexicanos», aseguró en un comunicado la compañía televisiva.
En su discurso de presentación de su candidatura el pasado 16 de junio, Trump dijo, entre otras cosas, que «cuando México manda a su gente, no manda a los mejores». «Están enviando personas con un montón de problemas, y se traen esos problemas con ellos. Traen drogas. Traen crimen. Son violadores», añadió. A Trump no le faltaron respuestas de protesta, pero quizá la más incómoda fue la de la cadena Univisión, que anunció que no emitirá el concurso de belleza Miss Estados Unidos, programado para el próximo 12 de julio, ni cualquier otro proyecto asociado con el magnate.
Varios artistas hispanos que tenían previsto participar en alguno de estos certámenes de belleza organizados por las empresas de Trump se unieron a la protesta y anunciaron que no actuarían en ellos. Incluso se dice que estrellas como Ricky Martin han empezado a promover un boicot contra el emrpesario.
Trump, por su parte, anunció que presentará una demanda contra Univisión por incumplimiento de contrato y, además, que los empleados de la cadena no podrán utilizar más un campo de golf que hay junto a su sede de Miami, el National Trump Doral, que también le pertenece, como su propio nombre indica.
Lo más curioso de la unión comercial entre Trump y Univisión es que no puede ser más reciente. El magnate vendió los derechos de emisión de Miss Universo y Miss Estados Unidos en enero. Hasta entonces, pertenecían a Telemundo, la otra gran cadena hispana de Estados Unidos, con sede en Miami.
En Univisión insisten en que para ellos lo más importante es «la ética de trabajo, el amor por la familia, los fuertes valores religiosos y el importante papel que los inmigrantes mexicanos y los mexicano-estadounidenses han jugado y seguirán jugando en la construcción del futuro de nuestro país». Jorge Ramos, el presentador hispano más famoso en Estados Unidos, se unió a las críticas y subrayó que Trump se olvida de que muchos inmigrantes mexicanos «han dado sus vidas por Estados Unidos en los campos de batalla de Irak y Afganistán».
La escalada de declaraciones agresivas entre Donald Trump y la cadena hispana Univisión no ha cesado desde que el magnate, propietario de un imperio televisivo y candidato republicano en Estados Unidos para las elecciones de 2016, dedicara unas controvertidas palabras a los mexicanos. «La división de entretenimiento de Univisión anunció que la empresa ha puesto fin a su relación comercial con la organización Miss Universo, que pertenece en parte a Donald J. Trump, por sus comentarios ofensivos sobre los inmigrantes mexicanos», aseguró en un comunicado la compañía televisiva.
En su discurso de presentación de su candidatura el pasado 16 de junio, Trump dijo, entre otras cosas, que «cuando México manda a su gente, no manda a los mejores». «Están enviando personas con un montón de problemas, y se traen esos problemas con ellos. Traen drogas. Traen crimen. Son violadores», añadió. A Trump no le faltaron respuestas de protesta, pero quizá la más incómoda fue la de la cadena Univisión, que anunció que no emitirá el concurso de belleza Miss Estados Unidos, programado para el próximo 12 de julio, ni cualquier otro proyecto asociado con el magnate.
Varios artistas hispanos que tenían previsto participar en alguno de estos certámenes de belleza organizados por las empresas de Trump se unieron a la protesta y anunciaron que no actuarían en ellos. Incluso se dice que estrellas como Ricky Martin han empezado a promover un boicot contra el emrpesario.
Trump, por su parte, anunció que presentará una demanda contra Univisión por incumplimiento de contrato y, además, que los empleados de la cadena no podrán utilizar más un campo de golf que hay junto a su sede de Miami, el National Trump Doral, que también le pertenece, como su propio nombre indica.
Lo más curioso de la unión comercial entre Trump y Univisión es que no puede ser más reciente. El magnate vendió los derechos de emisión de Miss Universo y Miss Estados Unidos en enero. Hasta entonces, pertenecían a Telemundo, la otra gran cadena hispana de Estados Unidos, con sede en Miami.
En Univisión insisten en que para ellos lo más importante es «la ética de trabajo, el amor por la familia, los fuertes valores religiosos y el importante papel que los inmigrantes mexicanos y los mexicano-estadounidenses han jugado y seguirán jugando en la construcción del futuro de nuestro país». Jorge Ramos, el presentador hispano más famoso en Estados Unidos, se unió a las críticas y subrayó que Trump se olvida de que muchos inmigrantes mexicanos «han dado sus vidas por Estados Unidos en los campos de batalla de Irak y Afganistán».
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