Por alguna razón en la que no ahonda, a Ismael Cala le interesa dejar claro que no fue por las protestas estudiantiles contra el Presidente lo que le hizo voltear a ver a Venezuela. Su afecto hacia el país, dice, es sincero, como el que ha recibido por parte del público durante años.
"Mi conexión con Venezuela no es por una coyuntura política", aclara el periodista cubano-americano durante una presentación en Punta Cana. "No fue en este año 2014, aunque por la crisis, obviamente, hubo un resurgir del interés de medios internacionales".
El presentador cuenta que cuando su programa debutó en la programación de la cadena de noticias CNN en Español, comenzó a mostrar a la región rostros venezolanos. "Y fue Venezuela el primer país en donde se produjo un fenómeno especial de simpatía", señala. El comunicador social visitó la tierra de Bolívar, por primera vez en 2011, para ofrecer una rueda de prensa a la que asistieron más de 150 personas. "Me quedó sorprendido, pues yo no soy Chayanne ni Luis Miguel", bromea.
Fue por eso que lamentó no repetir, por tercera vez, como presentador invitado al Miss Venezuela por haber tenido que cumplir compromisos –asegura- en Argentina la semana pasada. Sin embargo, gracias a sus seguidores en Twitter se enteró de que su anterior participación en "la noche más linda del año" fue recordada con la proyección de una pregunta que hiciera entonces.
Y subraya el motivo de su ausencia: "No fue por falta de pasajes ni de presupuesto. Cuando nos sentamos a hablar, Jonathan Blum –presidente de Cisneros Media- me habló de esa fecha y yo le dije que no podría y me respondió: 'No pasa nada, lo exploramos para el próximo año'".
Este año, de hecho, ya ha visitado el país dos veces para dictar sus conferencias de superación y bienestar personal. Le sellarán el pasaporte en Maiquetía el 31 de este mes para presentar "en exclusiva", junto a Luis Chataing, la charla sobre su nuevo libro Un buen hijo de P... que Random House editará en Venezuela.
Su primer título, El poder de escuchar, tiene dos reimpresiones en el país, "pero siento que se han podido publicar muchos más (...) Hay mucha gente que me dice que todavía ha encontrado el libro", acota.
"Mi conexión con Venezuela no es por una coyuntura política", aclara el periodista cubano-americano durante una presentación en Punta Cana. "No fue en este año 2014, aunque por la crisis, obviamente, hubo un resurgir del interés de medios internacionales".
El presentador cuenta que cuando su programa debutó en la programación de la cadena de noticias CNN en Español, comenzó a mostrar a la región rostros venezolanos. "Y fue Venezuela el primer país en donde se produjo un fenómeno especial de simpatía", señala. El comunicador social visitó la tierra de Bolívar, por primera vez en 2011, para ofrecer una rueda de prensa a la que asistieron más de 150 personas. "Me quedó sorprendido, pues yo no soy Chayanne ni Luis Miguel", bromea.
Fue por eso que lamentó no repetir, por tercera vez, como presentador invitado al Miss Venezuela por haber tenido que cumplir compromisos –asegura- en Argentina la semana pasada. Sin embargo, gracias a sus seguidores en Twitter se enteró de que su anterior participación en "la noche más linda del año" fue recordada con la proyección de una pregunta que hiciera entonces.
Y subraya el motivo de su ausencia: "No fue por falta de pasajes ni de presupuesto. Cuando nos sentamos a hablar, Jonathan Blum –presidente de Cisneros Media- me habló de esa fecha y yo le dije que no podría y me respondió: 'No pasa nada, lo exploramos para el próximo año'".
Este año, de hecho, ya ha visitado el país dos veces para dictar sus conferencias de superación y bienestar personal. Le sellarán el pasaporte en Maiquetía el 31 de este mes para presentar "en exclusiva", junto a Luis Chataing, la charla sobre su nuevo libro Un buen hijo de P... que Random House editará en Venezuela.
Su primer título, El poder de escuchar, tiene dos reimpresiones en el país, "pero siento que se han podido publicar muchos más (...) Hay mucha gente que me dice que todavía ha encontrado el libro", acota.