Su visita a Roma para supervisar las preparativos de la apertura de su cadena de gimnasios de lujo, «Hardcandy Fitness», dejó boquiabierto a más de uno. Para el evento, Madonna optó por un minivestido negro a juego con sus medias y sus ya habituales guantes de cuero. Un look que, unido a su nueva sonrisa, hizo imposible que Madonna pasase desapercibida.
A Madonna no le va nada mal en los negocios. Su cadena de gimnasios marcha a las mil maravillas y está presente en la Ciudad de México, Moscú, San Petersburgo y Sydney. Además de la próxima apertura en Roma, la cantante tiene previsto abrir otro establecimiento en Toronto, Canadá.En definitiva, a Madonna la suerte le sonríe.