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Olga Tañón lucha “a capa y espada” por su hija mayor


Este martes, la “Mujer de Fuego”, Olga Tañón, envió una carta abierta a los abogados de su ex esposo, el grandeliga Juan González, para responder a unas acusaciones en su contra, en las cuales califican a la artista como una “mala madre”.

A continuación, el documento:

Martes, 16 de octubre de 2012
La cantante Olga Tañón contesta al licenciado Antonio Arraiza, quien puso en duda la gravedad de su hija Gabriella:

Debido a los acontecimientos surgidos en los pasados días relacionados con el caso que se está viendo en Puerto Rico, realizo las siguientes expresiones.

Desde que decidí garantizar la estabilidad emocional y permanencia de mis tres hijos, he sido atacada y juzgada sin siquiera tener la oportunidad de defenderme.

Olga Tañón no es la única madre que ha buscado esto para sus hijos. Nuestra posición inicial para con el señor Juan González fue de diálogo directo y privado, pero él decidió hacerlo público y, más aún, decidió no atender este asunto en los Estados Unidos, donde es el lugar que radican los mejores intereses de nuestra hija Gabriella. Me gustaría que le preguntaran porqué.

¿Cómo se puede explicar porqué razón el señor González, sus abogados y el tribunal desean retener a toda costa su petición de restablecimiento de patria potestad? De lo único que estoy segura es que no se están protegiendo los mejores intereses de nuestra hija, y los eventos transcurridos en ese tribunal me están dando la razón.

Sobre las expresiones y acusaciones del licenciado Arraiza hacia mi persona como madre, y como mujer, las mismas son inaceptables desde el punto de vista moral, profesional y ético. Él posee pleno conocimiento legal del daño que sus falsas acusaciones causarían sobre la credibilidad de mi persona y los míos. Con pleno conocimiento, difundió información y me acusó falsamente sobre hechos que en su día tendrá que sostener con pruebas y no con palabras difamatorias.

¿Cómo puede el licenciado Arraiza cuestionar la verdad sobre las condiciones de salud de Gabriella y mi devoción como madre? Pero ahora el licenciado Arraiza pretende engañar a la corte y a los medios de comunicación sobre las verdaderas razones que tienen él y su cliente al querer mantener el caso en Arecibo.

Les comparto una de varias cartas que tengo escritas de puño y letra del licenciado Arraiza donde se expresa sobre el comportamiento y las instrucciones que le da el señor González sobre el pago de la pensión. En esta carta él reconoce a mi abogada que el comportamiento de su cliente para conmigo ha causado “molestias” a mi persona y acepta la terquedad de su cliente cuando escribe que “lucho contra la terquedad y peticiones inmeritorias e injustas”.

Y esta carta es legítima; espero que ahora no me acusen de falsificar su letra y firma, aunque su autenticidad es muy fácil de confirmar. Fueron muchas las veces que el licenciado Arraiza les transmitió a mis abogados cómo era el señor González, los problemas que tenía y su posición de no tener interés en relacionarse con Gabriella. Por eso es que será testigo en este caso.

Esta carta es una de muchas que tenemos en récord. Por mi parte, siempre he dicho que la mentira es la que corre con prisa y la verdad sabe esperar. Por eso esperé el momento preciso para comenzar a mostrar el otro lado de la moneda y con pruebas, como lo estoy haciendo hoy.

¿Con qué moral tanto el padre de Gabriella como sus abogados se atreven a expresar que la niña no está enferma cuando ambos conocen la evidencia médica? Estoy compartiendo copia de la carta del hematólogo de Gabriella que habla por sí sola. ¿Cómo un padre que está preocupado y que desea los mejores intereses para su hija permite que su abogado haga semejantes expresiones? No puedo pensar que después de tantos años pretendan ignorar la verdad. ¿O es acaso que no les interesa la condición de la niña? La ignorancia y la mentira son atrevidas.

¿Qué más quisiera yo como madre que mi hija no tuviera condición alguna? Ese milagro se lo pido todos los días de mi vida. Pero he aprendido a aceptar la realidad de salud y las condiciones de Gabriella. Por eso luchamos todos los días. Por eso la defenderé toda mi vida a cualquier precio.

Por eso es que tengo que garantizar su estabilidad emocional y permanencia dentro de su entorno familiar en caso de que yo falte. Porque por muchos años su padre no ha mostrado ningún interés en protegerla ni conocerla como hija. Ya van más de cuatro años que no la visita ni la llama.

Desde la reciente emergencia que tuvimos, no han llamado para saber qué sucede y/o cómo está Gabriella. ¿Dónde está el interés? Fácil es hablar, pero difícil es actuar. En su momento, el señor González y su abogado tendrán que sostener todas sus imputaciones y difamaciones hacia mí y mi familia, pero con pruebas, no con expresiones en los medios.

De hecho, el licenciado Arraiza me difama también cuando dice que la reciente emergencia médica que tuvimos con mi hija fue inventada por mí y que ya teníamos comprados los pasajes del martes en la tarde cuando fui excusada del tribunal. Adjunto tienen la evidencia de los pasajes originales y la transacción con las horas de los cambios realizados ese martes. Pero existen más pruebas que en su momento se entregarán.

Ahora el señor González y sus abogados, con el respaldo del tribunal, están tratando de retener este caso. ¿Qué más evidencia hace falta para saber que los mejores intereses de la menor nunca han estado ni estarán garantizados en Arecibo?

Pretenden ver un caso a toda costa en un foro que no es el apropiado. Desde que comenzaron los procesos, hemos visto cómo la balanza de la justicia está inclinada hacia la otra parte. Hemos enfrentado procesos inusuales, que van desde la ausencia de grabaciones de vistas anteriores, denegación de tener presente un abogado notario para levantar actas, comportamiento impropio de alguaciles de ese tribunal, sobre quienes nos hemos querellado y que están siendo investigados ante una petición que hemos presentado en la Administración de Tribunales, pero los asignan nuevamente a la vista, hasta habernos negado el acceso a la prensa, entre otras pruebas.

A eso le sumamos que un programa de televisión en Puerto Rico lleva anunciando hace días que ya la decisión de la juez fue tomada y que fue denegada nuestra solicitud. Sin embargo, nada aparece en la página de tribunales ni hemos sido notificados, como es requisito de ley. Si la determinación llega en los próximos días y, en efecto, se me deniega mi petición, me darán la razón nuevamente de que el proceso en el Tribunal de Arecibo está viciado. Espero equivocarme.

Sé de propio y personal conocimiento el acceso que tiene el licenciado Arraiza y su cliente en ese tribunal. Por eso nos divorciamos allí porque, como él me expresó y pude confirmar, era como estar “en la sala de su casa”. Yo no quisiera pensar que todo esto está ocurriendo porque él haya defendido a familiares, amigos y/o empleados que trabajan en el Tribunal de Arecibo, no quisiera pensar que se pudieran estar pagando estos favores.

Por eso, con mucho respeto, hago un llamado a la Administración de Tribunales de Puerto Rico, al Departamento de Justicia, al Departamento de la Familia, a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres y al gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, a que se le garantice a mi hija transparencia y justicia en todo este proceso que se está llevando en Puerto Rico.

Que nos garanticen que se llevará el mismo conforme a los derechos humanos que nos asisten y con la responsabilidad de proteger los mejores intereses de la menor, como lo establece la ley. No quiero pensar que aquí se están tomando en cuenta la influencia, favores y/o afiliación política que pudiera haber por parte del padre biológico de mi hija.

Una cosa sí les garantizo, que digan lo que digan y hagan lo que hagan, como madre voy a levantar mi voz de alerta no solo en Puerto Rico, sino que lo haré ante la comunidad internacional para que sigan este caso y me ayuden a garantizar que el mismo sea llevado con la verticalidad, transparencia y justicia que debe llevarse para proteger a una menor que además padece de una condición médica que hasta el momento es única en el mundo.

OLGA TAÑON