La realidad de Caracas en un video: “Se te acabó el tiempo”
El
videoclip, más que una pieza audiovisual, es un trabajo de
concienciación, porque invita al espectador a adentrarse en ‘la otra
cara de Caracas’, paseamos por callejones oscuros, que parecen calles
ciegas, tupidos e intrincados paisajes, conformados por aglomeraciones
de pequeñas viviendas, construidas por miles de personas en situación de alta necesidad económica.
La historia se narra a través de situaciones, que si bien se presentan
bastante disimuladas, son crudas realidades diarias, en la vida de
cierto número de individuos. La enseñanza es que, en ese mundo tan
beligerante, cualquier sencilla acción puede ser un mal paso y es
precisamente ese momento, cuando el cañón hirviente de un arma, te
apunta de cerca y “se te acabó el tiempo”. Hay que ser escurridizo,
cuidadoso, metódico y en cierta forma valiente, para caminar en ese
mundo, con la cara en alto.
La melodía y la letra, pertenecen a
un estilo urbano, bastante popular: el rap. El comienzo de la canción
es bastante relajado, pero rápidamente pasa a ser un tanto agresivo, en
donde Neka cuenta básicamente, lo que ve a su alrededor, cómo se
desarrollan las cosas. Más tarde, entran en acción Ronko y Reke, que son
quienes están en el ‘ojo del huracán’ y narran al espectador, lo
difícil que es estar allí, tener talento y salir triunfante, aunque es
inevitable el hecho de que la mano de ese mundo, les roce siquiera.
Un grito desde la selva de concreto, de crítica, de alarde y de respeto
por una cultura, se ven reflejadas en las imágenes del video. Una pieza
realizada sin recursos económicos, todo desde la colaboración y la
buena fe de un grupo de personas que creyeron en el éxito del proyecto.
El equipo de producción y edición, se conformó por estudiantes de la
Universidad de Los Andes, de la carrera Medios Audiovisuales: Javier
Rojo (dirección, guión y producción), Camilo Paparoni (Dirección de
Fotografía y Cámara) y Armando Vicuña (Edición y Montaje).
El
proceso de pre-producción se llevó a cabo en 3 días, en los cuales se
ubicaron las locaciones, se localizaron extras, paisajes, tomas de
acuerdo al guión previo; la grabación se realizó en 2 días de intenso
trabajo, a jornada completa. La edición fue un proceso complejo de tres
semanas, donde la clave fue la paciencia, constancia y trabajo
artesanal. El resultado, habla por sí solo. Realidad, música y muestra
audiovisual perfectamente sincronizadas.
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