Elaiza Gil se destaca en “El árbol de Gabriel”.
La actriz venezolana da vida noche a noche a Nayarí en el nuevo dramático de Venevisión y nos cuenta su experiencia con este nuevo personaje
Nayarí es una mujer emprendedora, perseverante, y fue precisamente por su personalidad, que un buen día tomó la decisión de ser madre, así el padre no estuviera presente. Con la ayuda de una buena amiga, ella pudo hacer su sueño realidad después de practicarse una inseminación artificial.
Regresas a la pantalla con un tremendo personaje: Nayarí Suárez.
- Nayarí es una muchacha que muy jovencita tuvo un problema de ovarios y se inseminó, gracias a que una amiga la ayudó. Tuvo un hijo maravilloso, Deibis, que va a cumplir 18 años. Es la líder del barrio donde vive, es alegre y carismática.
Para mí es un honor interpretar a Nayarí, porque de alguna manera ella representa a las mujeres solteras que han sacado a sus hijos adelante, que son guerreras, que se levantan todos los días con ganas de echarle piernas a la vida, es luchadora. A ella de pronto la vida le va a cambiar cuando aparezca el verdadero padre su hijo, porque ella le inventó a su hijo una especie de figura paterna: El Capitán.
La telenovela ha dado mucho de qué hablar por su historia interesante.
- Estoy súper contenta con la novela porque me parece que está súper bien escrita. A diferencia de otras producciones venezolanas, en las que a veces sucede algo y para que se descubra un secreto pasa y pasa tiempo, pero en este proyecto es increíble la cantidad de cosas que pasan. Cada vez que me toca grabar capítulos nuevos, es una agonía para Nayarí y Elaiza queda en ascuas, porque sé que se van descubrir muchas cosas o son otras nuevas las que sucederán.
Estuviste hasta hace poco en teatro, ¿tienes otros proyectos en mente?
- Sigo escribiendo proyectos. Tengo varias propuestas para Venevisión. Estuve haciendo hasta hace poco “Confesiones de 30” y “A 2,50 La cuba libre”. Pero con mi ingreso a la telenovela, tuve que hacer una pausa porque no me queda tiempo. Adicional a esto, tengo un grupo de creativos, lo conformamos 5 amigos, entre productores, escritores, directores, quienes nos unimos con la idea de producir programas sin casarnos con una empresa en específico. Una especie de productora independiente, de manera que cuando nos soliciten un programa, nosotros pasamos la propuesta.
- ¿Tu meta es estar más adelante detrás de cámara?
- Ese deseo lo tengo yo desde hace mucho tiempo. Hace años yo estudié guión y dirección en Bogotá. Ya he hecho cine, teatro, televisión, las tres me gustan. Esta no es una carrera donde uno va a envejecer. Por otro lado, creo en una televisión distinta, moderna, en propuestas totalmente innovadoras. Me las compren o no, yo voy a seguir proponiendo. Creo en mí como creativa.
¿Estar detrás de cámaras es tu “plan b”, cuando ya la actuación no esté presente en tu vida?
- Sí, ojo en mi mente no estaba hacer una novela, pero cuando me sale esta propuesta y luego de leer al personaje supe que tenía que hacerlo sin dudar. Pero no es que me moría por hacer un dramático. La cabeza me sigue dando vueltas, sigo inventado cosas y voy a seguir creando. Quiero hacer un cortometraje, ya lo tengo pensado. Ya tengo a mi protagonista, ya tengo todo. Actoralmente lo dirigiría yo, pero técnicamente lo dirigida otra persona. Tengo la idea tan clara en mi cabeza, que creo que saldría algo interesante. Me serviría para probarme a mí dirigiendo a otros actores. Humildemente, porque aunque yo tenga uno que otro conocimiento, es una actividad que merece mucho respeto. Me tengo que preparar.
¿Cómo se han acoplado Alfonso Medina y tú, quien trabaja por primera vez en Venevisión?
- Chévere. Él es muy buen actor. Me río mucho con él. Me recuerda a Orlando Urdaneta, que es uno de esos actores con los que uno se tiene que concentrar muchísimo porque si no te ríes en plena escena. Mi hijo en la novela, José Ramón, que pertenece al grupo musical “Los Cachorros”, es una belleza, es un tremendo actor. Está tan emocionado con esta trama, como lo estoy yo.
Y ¿cómo está el corazón?
- Estoy apenas comenzando a salir con alguien. No tiene nada que ver con el medio. Y bueno pidiéndole que tenga paciencia, por este ritmo de trabajo que llevo, sé que no es fácil. No soy de las personas que está a la carrera, pensando en que me tengo que casar y tener hijos ya. Pienso que el tiempo de Dios es perfecto y todo sucederá cuando Dios quiera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario