Sarah Ferguson: 'Tenían razón al no invitarme a la boda de Guillermo y Catherine'
Sarah Ferguson, ex esposa del duque de York, fue la ausencia más destacada en la boda de los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo y Catherine. Sarah era amiga de la princesa Diana antes de contraer matrimonio con el príncipe Andrés, de hecho, fue Diana quién organizó una cita para que ambos se conocieron y se convirtieron en el mayor (y a veces único) apoyo la una de la otra en la familia real británica.
La presentadora americana Oprah Winfrey ofreció anoche la primera entrevista a la ex nuera de la reina Isabel de Inglaterra después de la boda real y Sarah no tuvo reparos en reconocer que le habría encantado en asistir.
Siguió la retransmisión en directo del enlace desde Tailandia y tuvo, además, un comentarista excepcional, su ex marido, el príncipe Andrés, con el que dice que estuvo en contacto durante todo el día: "El me decía: ‘Está bien. Sólo recuerda que nosotros tuvimos un día maravilloso. Nuestra boda fue perfecta’. Estamos muy unidos y me hizo sentir parte de ese día, del 29 de abril” .
Ante las cámaras estadounidenses destacó: “Fue muy difícil porque yo quería estar allí, con mis hijas, ayudarlas a vestirse e ir todos juntos, como una familia. También fue duro porque la última novia que hizo ese camino hacia al altar fui yo”. Al igual que el príncipe Guillermo y Catherine, Sarah y el príncipe Andrés celebraron su boda en la abadía de Westminster, fue en 1986 y desde entonces hasta el pasado 29 de abril ninguna otra boda se había oficiado allí.
Sarah admite que han sido sus actuaciones pasadas las que le han alejado de la familia real británica a pesar de que mantiene una excelente relación con el padre de sus hijas: “Yo lo tenía todo y lo estropeé. Me condené al ostracismo por mi comportamiento en el pasado y vivo con el arrepentimiento de mis errores, no paro de pensar porqué cometí tal error”. Luego siguió: “Estoy aquí para decir lo orgullosa que Diana habría estado de su hijo y lo preciosa que estaba Kate”. El pasado año, Sarah fue filmada ofreciendo a un periodista clandestino que se hacía pasar por empresario, una cita con su ex marido, el príncipe Andrés, que es Representante Especial para el Comercio y las Inversiones de Reino Unido, a cambio de un maletín con 32.000 euros, como anticipo de los 575.000 euros por tener esa cita y anoche reconocía: “Tenían razón al no invitarme”.
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