Este martes, un simple tuit hizo cundir el pánico en todo Reino Unido. Durante una visita rutinaria de la reina Isabel II al médico, Ahmen Khawaja, periodista de la BBC, compartió un comentario en la conocida red social en el que afirmaba que la soberana había fallecido. Khawaja eliminó poco después el tuit y alegó haber sido víctima de una broma pesada en un momento en el que había perdido de vista su teléfono móvil. Pero ya era demasiado tarde. En cuestión de segundos, el mensaje fue difundido por medios de comunicación de todo el mundo, como CNN o el alemán Bild.
El
comentario generó tanto revuelo en el país británico que Buckingham
Palace tuvo que desmentir la noticia a través de un comunicado en el que
se admitía que la reina había visitado brevemente el Hospital King
Edwars VII de Londres pero que no sufre ninguna enfermedad.
Más tarde, la cadena pública tuvo que explicar lo sucedido: "Durante un ensayo técnico para un obituario, los tuits fueron enviados por error desde una cuenta de una periodista de la BBC. Los tuits se borraron con rapidez y pedimos disculpas por cualquier ofensa”, una explicación que no concuerda con las otorgadas por Khawaja.
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