No ha pasado por debajo de la mesa y ya eso es terreno ganado para Migbelis Castellanos. La zuliana que representará a Venezuela en el Miss Universo, a celebrarse el próximo enero desborda carisma, es un volcán en erupción, publica Panorama.
Con 19 años, la actual miss Venezuela puede jactarse de ser profeta en su tierra. La noche del sábado, durante la graduación de modelos de Gisselle Reyes en el hotel Venetur, fue la sensación, la más solicitada y “acosada” por los jóvenes que en plena era 2.0 mueren por un selfie. La reina posó en medio de empujones y “carreras” al finalizar el evento de belleza.
Mientras caminaba hasta el auto que la trasladaría al hotelIntercontinental, donde dormiría, la chica aprovechó para conversar sobre su preparación rumbo al certamen que se realizará en Estados Unidos.
—Ya falta poco para su viaje, ¿cómo van los entrenamientos?
—Hay mucho ajetreo, como ves, esta entrevista te la estoy dando un poco agitada, porque me tienes que agarrar así. Estos son los espacios que tengo libres. Ahora me estoy preparando en animación, mejorar la dicción, la oratoria.
—¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso?
—Creo que está a la vista de todos. No es fácil mantenerse un año con un régimen alimenticio tan estricto. Comprendí que una alimentación balanceada lo es todo para poder disfrutar más de los años.
—¿Cuántos kilos le falta por rebajar?
—¿Cuántos crees tú que me faltan?
—La veo muy bien, pero Osmel dice que le falta bajar 4 kilos de peso…
—Entonces no me falta bajar absolutamente nada.
—¿Y qué pasa con Osmel?
—Lo que pasa es que él es muy exigente y por eso siempre busca la perfección. Me siento bendecida de tener un jefe tan perfeccionista como Osmel.
—¿Este tiempo extra que tiene para prepararse no le crea ansiedad?
—¡Para nada! Fueron más meses para prepararme y eso es una carta bajo la manga. No siento nervios, ni presión, lo que tengo es emoción.
—Ha sido una miss muy mediática, ¿por qué ha dado tanto de qué hablar?
—¿Te parezco una miss mediática?
—¡Claro! Siempre se habla de usted, que si el avión donde iba tuvo desperfecto, que si el incidente en el quirófano, que los dólares…
—Bueno, soy una miss muy acontecida. Yo creo que es por ser zuliana. Esa sangre que tenemos los zulianos hace que nos pase de todo, pero lo importante es sacar lo positivo de cada tropiezo. Estoy muy contenta, tuve un año muy movido, la gente me recuerda. Lo mejor que me ha pasado en la vida es que la gente me pare en la calle y me demuestre cariño gratis. Eso no se compra en ningún lado.
Con 19 años, la actual miss Venezuela puede jactarse de ser profeta en su tierra. La noche del sábado, durante la graduación de modelos de Gisselle Reyes en el hotel Venetur, fue la sensación, la más solicitada y “acosada” por los jóvenes que en plena era 2.0 mueren por un selfie. La reina posó en medio de empujones y “carreras” al finalizar el evento de belleza.
Mientras caminaba hasta el auto que la trasladaría al hotelIntercontinental, donde dormiría, la chica aprovechó para conversar sobre su preparación rumbo al certamen que se realizará en Estados Unidos.
—Ya falta poco para su viaje, ¿cómo van los entrenamientos?
—Hay mucho ajetreo, como ves, esta entrevista te la estoy dando un poco agitada, porque me tienes que agarrar así. Estos son los espacios que tengo libres. Ahora me estoy preparando en animación, mejorar la dicción, la oratoria.
—¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso?
—Creo que está a la vista de todos. No es fácil mantenerse un año con un régimen alimenticio tan estricto. Comprendí que una alimentación balanceada lo es todo para poder disfrutar más de los años.
—¿Cuántos kilos le falta por rebajar?
—¿Cuántos crees tú que me faltan?
—La veo muy bien, pero Osmel dice que le falta bajar 4 kilos de peso…
—Entonces no me falta bajar absolutamente nada.
—¿Y qué pasa con Osmel?
—Lo que pasa es que él es muy exigente y por eso siempre busca la perfección. Me siento bendecida de tener un jefe tan perfeccionista como Osmel.
—¿Este tiempo extra que tiene para prepararse no le crea ansiedad?
—¡Para nada! Fueron más meses para prepararme y eso es una carta bajo la manga. No siento nervios, ni presión, lo que tengo es emoción.
—Ha sido una miss muy mediática, ¿por qué ha dado tanto de qué hablar?
—¿Te parezco una miss mediática?
—¡Claro! Siempre se habla de usted, que si el avión donde iba tuvo desperfecto, que si el incidente en el quirófano, que los dólares…
—Bueno, soy una miss muy acontecida. Yo creo que es por ser zuliana. Esa sangre que tenemos los zulianos hace que nos pase de todo, pero lo importante es sacar lo positivo de cada tropiezo. Estoy muy contenta, tuve un año muy movido, la gente me recuerda. Lo mejor que me ha pasado en la vida es que la gente me pare en la calle y me demuestre cariño gratis. Eso no se compra en ningún lado.
