Lo que más ha disfrutado José Luis Rodríguez de su carrera es la posibilidad de ofrecerle alegría, cariño, esperanza y optimismo al público. En su mente no concibe la idea de que un artista comparta un dolor o un sufrimiento con sus fanáticos.
“El artista es artista y punto… Puede transmitir muchísimas cosas, menos sufrimientos, congojas, tristezas. No. Uno es un resorte propulsor que impulsa energía positiva, totalmente”, aseguró Rodríguez, más conocido como “El Puma”, en una reciente entrevista con The Associated Press en su casa de Miami Beach.
Esa es la razón que explica por qué durante siete años se mantuvo callado y sólo compartió con su entorno más íntimo la noticia que le había dado una médica de Miami: tiene fibromatosis pulmonar, una enfermedad incurable que disminuye la capacidad respiratoria.
“Por eso esa cosa de que no quiero que me vean enfermo, me estoy mejorando, cada día más. Cuando me piensen, que no me piensen enfermo, que me piensen como Superman, o como el Capitán América”, reveló el cantante y actor venezolano de 71 años, quien tiene dificultades para respirar desde el año 2000.
La vida de “El Puma” cambió radicalmente en el 2007, cuando recibió el diagnóstico, pero casi nadie se dio cuenta. Dejó de ofrecer conciertos en ciudades altas como México, Bogotá o La Paz, y viaja en avión y hace ejercicio físico con un tubo de oxígeno.
“Me cambió la vida porque tuve que buscar otra forma de respirar, otra forma de cantar, buscar sin que la gente se diera cuenta de lo que me estaba pasando”, reveló Rodríguez, quien vive repartido entre Miami y Los Ángeles cuando no está de gira.
De hablar pausado y firme, contó que varias veces sintió estar a un paso de la muerte, pero en abril pasado tuvo su crisis más severa mientras viajaba en avión de Los Ángeles a Miami. Sobrevivió y algunas semanas después, en mayo, recibió un tratamiento de células madre que lo ha hecho sentir “muchísimo mejor”.
Fue entonces que resolvió compartir con su público el secreto de su enfermedad, en el libro “El Puma y yo”, que lanzó a comienzos de septiembre.
En el libro, una especie de conversación con un amigo invisible, Rodríguez recorre partes de su vida, el lanzamiento internacional de su carrera de la mano del promotor argentino Héctor Maselli en los 80, su decisión de radicarse en Miami en 1980, su infancia como un niño pobre en su natal Venezuela. Habla sobre sus viajes por Chile, México, España, Argentina y Colombia, y también critica al gobierno venezolano.
Una parte importante de la publicación son las fotografías, en las que se lo ve junto a su esposa Carolina en el río Jordán después de bautizar a su hija Génesis, en el desfile de la Hispanidad en Nueva York, haciendo ejercicio en bicicleta, frente al Gran Canal de Venecia, o junto a personalidades como Sarita Montiel, Paloma San Basilio, Jennifer López, Armando Manzanero y Plácido Domingo, entre otras.
“Es un acto donde uno como que se desviste ante la gente, se desnuda ante la gente, su parte interior”, explicó “El Puma” sobre su libro, en cuya portada aparece una futo suya de joven, en blanco y negro.
Al recibir el diagnóstico de su enfermedad, lo primero que se le vino a la mente fue “partir, arreglar las cosas, terminar la tarea incompleta, amar más, viajar más, hacer todo más rápido … y disfrutar más de la gente, disfrutar más de la familia, más de los amigos”.
En estos últimos siete años eso es lo que ha hecho, “vivir intensamente”.
El artista, que en sus más de 50 años de trayectoria ha lanzado más de medio centenar de discos y actuado en decenas de telenovelas, asegura que jamás pensó en dejar su carrera porque “en ese estado contemplativo y pasivo, ahí empiezas a morir muy rápido”.
Por el contrario, continúa tratando de concretar sueños pendientes. Además de la reciente publicación de su libro, grabó un disco espiritual que planea lanzar en las próximas semanas.
“Tenía una tarea pendiente que ya estoy realizando”, responde luego de una prolongada pausa a una pregunta sobre si hay algo en su carrera que aún no haya hecho.
“Grabar un disco espiritual. Le voy a poner por título ‘Directo al espíritu”’, revela, y explica que son 13 o 14 canciones, varias de ellas compuestas por el español José María Purón, quien escribió el éxito del Puma “Agárrense de las manos”.
De mirada profunda y respuestas concisas, Rodríguez explica que no mantiene comunicación con las actrices Lilibeth Morillo y Liliana Rodríguez, las hijas que tuvo con su primera esposa, la cantante y actriz venezolana Lila Morillo. Dice además que aunque él ha ayudado en la carrera de su hija Génesis, cuyos créditos cinematográficos incluyen “Casa de mi padre”, “What to Expect When You’re Expecting” y “Identity Thief”, la que realmente la ha impulsado ha sido su madre, la modelo cubana Carolina Pérez.
En lo personal, lo que más quiere es disfrutar de la vida. “¿Sabes lo que quisiera? Terminar la carrera de la vida con gozo, con beneplácito, porque la vida es una carrera. Y decir bueno, terminé, concluí, no tengo nada por hacer”.
“El artista es artista y punto… Puede transmitir muchísimas cosas, menos sufrimientos, congojas, tristezas. No. Uno es un resorte propulsor que impulsa energía positiva, totalmente”, aseguró Rodríguez, más conocido como “El Puma”, en una reciente entrevista con The Associated Press en su casa de Miami Beach.
Esa es la razón que explica por qué durante siete años se mantuvo callado y sólo compartió con su entorno más íntimo la noticia que le había dado una médica de Miami: tiene fibromatosis pulmonar, una enfermedad incurable que disminuye la capacidad respiratoria.
“Por eso esa cosa de que no quiero que me vean enfermo, me estoy mejorando, cada día más. Cuando me piensen, que no me piensen enfermo, que me piensen como Superman, o como el Capitán América”, reveló el cantante y actor venezolano de 71 años, quien tiene dificultades para respirar desde el año 2000.
La vida de “El Puma” cambió radicalmente en el 2007, cuando recibió el diagnóstico, pero casi nadie se dio cuenta. Dejó de ofrecer conciertos en ciudades altas como México, Bogotá o La Paz, y viaja en avión y hace ejercicio físico con un tubo de oxígeno.
“Me cambió la vida porque tuve que buscar otra forma de respirar, otra forma de cantar, buscar sin que la gente se diera cuenta de lo que me estaba pasando”, reveló Rodríguez, quien vive repartido entre Miami y Los Ángeles cuando no está de gira.
De hablar pausado y firme, contó que varias veces sintió estar a un paso de la muerte, pero en abril pasado tuvo su crisis más severa mientras viajaba en avión de Los Ángeles a Miami. Sobrevivió y algunas semanas después, en mayo, recibió un tratamiento de células madre que lo ha hecho sentir “muchísimo mejor”.
Fue entonces que resolvió compartir con su público el secreto de su enfermedad, en el libro “El Puma y yo”, que lanzó a comienzos de septiembre.
En el libro, una especie de conversación con un amigo invisible, Rodríguez recorre partes de su vida, el lanzamiento internacional de su carrera de la mano del promotor argentino Héctor Maselli en los 80, su decisión de radicarse en Miami en 1980, su infancia como un niño pobre en su natal Venezuela. Habla sobre sus viajes por Chile, México, España, Argentina y Colombia, y también critica al gobierno venezolano.
Una parte importante de la publicación son las fotografías, en las que se lo ve junto a su esposa Carolina en el río Jordán después de bautizar a su hija Génesis, en el desfile de la Hispanidad en Nueva York, haciendo ejercicio en bicicleta, frente al Gran Canal de Venecia, o junto a personalidades como Sarita Montiel, Paloma San Basilio, Jennifer López, Armando Manzanero y Plácido Domingo, entre otras.
“Es un acto donde uno como que se desviste ante la gente, se desnuda ante la gente, su parte interior”, explicó “El Puma” sobre su libro, en cuya portada aparece una futo suya de joven, en blanco y negro.
Al recibir el diagnóstico de su enfermedad, lo primero que se le vino a la mente fue “partir, arreglar las cosas, terminar la tarea incompleta, amar más, viajar más, hacer todo más rápido … y disfrutar más de la gente, disfrutar más de la familia, más de los amigos”.
En estos últimos siete años eso es lo que ha hecho, “vivir intensamente”.
El artista, que en sus más de 50 años de trayectoria ha lanzado más de medio centenar de discos y actuado en decenas de telenovelas, asegura que jamás pensó en dejar su carrera porque “en ese estado contemplativo y pasivo, ahí empiezas a morir muy rápido”.
Por el contrario, continúa tratando de concretar sueños pendientes. Además de la reciente publicación de su libro, grabó un disco espiritual que planea lanzar en las próximas semanas.
“Tenía una tarea pendiente que ya estoy realizando”, responde luego de una prolongada pausa a una pregunta sobre si hay algo en su carrera que aún no haya hecho.
“Grabar un disco espiritual. Le voy a poner por título ‘Directo al espíritu”’, revela, y explica que son 13 o 14 canciones, varias de ellas compuestas por el español José María Purón, quien escribió el éxito del Puma “Agárrense de las manos”.
De mirada profunda y respuestas concisas, Rodríguez explica que no mantiene comunicación con las actrices Lilibeth Morillo y Liliana Rodríguez, las hijas que tuvo con su primera esposa, la cantante y actriz venezolana Lila Morillo. Dice además que aunque él ha ayudado en la carrera de su hija Génesis, cuyos créditos cinematográficos incluyen “Casa de mi padre”, “What to Expect When You’re Expecting” y “Identity Thief”, la que realmente la ha impulsado ha sido su madre, la modelo cubana Carolina Pérez.
En lo personal, lo que más quiere es disfrutar de la vida. “¿Sabes lo que quisiera? Terminar la carrera de la vida con gozo, con beneplácito, porque la vida es una carrera. Y decir bueno, terminé, concluí, no tengo nada por hacer”.
