José Luis Rodríguez: "Ya no hablo de política, cerré ese capítulo... Zapatero a tus zapatos"
Atrás quedaron los tiempos en que José Luis Rodríguez no dejaba pasar oportunidad para expresar sus posiciones políticas, desde la época en que, en las elecciones presidenciales que ganó Luis Herrera Campins, se presentó como candidato a diputado, con un grupo de artistas, a través de un movimiento llamado Comuna Electoral independiente, que no obtuvo ni un solo escaño. Pero el gusanito de la política siguió atrayéndolo y públicamente apoyó la candidatura de Carlos Andrés Pérez, la segunda vez que se presentó como aspirante presidencial. Para la posteridad quedó la fotografía, publicada por toda la prensa de entonces, del Puma y CAP saludando desde lo alto de una gran grúa en el mitin de cierre de campaña en la avenida Universidad
En años más recientes no ocultó su apoyo entusiasta a Chávez, del cual se ha sentido tan decepcionado, que “bajó la santamaría” y prefiere ahora dedicarse única y exclusivamente a su rol de cantante, que es lo que sabe hacer bien y lo que le ha traído el éxito internacional, con más de cuarenta álbumes grabados, de los cuales ha vendido más de 15 millones de copias y ganado numerosos Discos de Oro y Platino.
“Ya no hablo de política, cerré ese capítulo. Zapatero a tus zapatos, esa es mi conclusión. El primer tema del mundo es la política y luego la religión, por ambos la gente se mata, son temas que generan reacciones muy controversiales. En cambio, las válvulas de escape de la sociedad son la música y el deporte. Nadie mata a nadie por eso. Son un desahogo, y yo quiero formar parte de ese desahogo”.
Así lo expresó desde su oficina en Miami, donde reside, en conversación telefónica con Informe 21, durante la cual habló, entre otras cosas, de los dos conciertos que ofrecerá en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, los días 13 y 14 de mayo.
Estará llegando el miércoles de la próxima semana. Viene de actuar en Paraguay, Uruguay y Argentina. En la capital del Plata estuvo durante mes y medio haciendo teatro de revista, en un espectáculo llamado Gran Show, en donde tenía a cargo el segmento de cierre, el fin de fiesta.
“Para el espectáculo del Teresa Carreño me haré acompañar por una Big Band. Allí interpretaré lo más destacado de mi repertorio, incluyendo un segmento de la época en que estuve como bolerista de la Billo’s Caracas Boys. En esa parte cantaré, entre otros, el célebre Mosaico 11, no sólo los boleros que a mí me correspondían en ese popurrí de temas de ayer, sino las partes que vocalizaba Cheo García. Las canciones de ese mosaico son: Vieja luna, El limpiabotas, Besar, Bonyé y Sin timbal”.
¿Harías un disco con los temas que popularizaste con Billo?
“No sería nada difícil de hacer. Tendría que rescatar los boleros que hice con la orquesta, así como un par de mosaicos. Pero más que grabarlo comercialmente, lo haría para que la gente lo baje por internet, creo que eso sería lo ideal”.
¿Algún proyecto discográfico en particular en lo inmediato?
“Preparo un disco de canciones positivas”.
¿Cómo es eso?
“Se trata de revivir esas canciones mías que están clavadas en el subconsciente de la gente, casi todas compuestas por Edgar Alexander. Hablo de títulos como El guía, El hombre, de la cima, Desiderata, etc. Sería un disco de concepto, a ser producido por una disquera y enfocado en el mensaje espiritual y de paz que esos temas, y otros de mi repertorio, reflejan”.
¿Hay canciones de tu repertorio por la que sientas predilección?
“Son muchas, pero entre ellas te puedo mencionar muy especialmente El hombre de la cima, que sonó durante un año en la radio, al igual que El guía, otro éxito radial que forma parte de mis preferidos”.
¿Volverías a grabar con Manuel Alejandro?
“No creo que haya tiempo para eso. Él está en otra cosa y yo estoy en ‘otra película’. Lo que quizás sí haría sería interpretar un tema suyo para un compilado”.
¿Y cuál es la “película” por la que enrumbas ahora tu profesión?
“Estoy en la película de recorrer mundo y viajar para que me vean en concierto, haciendo espectáculos con mis canciones de siempre, las más populares, que son muchas, las que la gente quiere escuchar. Interpretar 25 éxitos en dos horas de show, de la misma manera que lo hacen actualmente Julio Iglesias, Raphael y Roberto Carlos con su repertorio de éxitos”.
¿No te planteas introducir novedades?
“Para nada. Si pones cosas nuevas, la gente no las recibe de la misma manera que a mis éxitos. El público no reacciona sino a lo que espera de un artista de éxito y trayectoria. Hace poco, fui a un concierto de Paul McCartney y la mayor parte de lo que cantó era de su época con Los Beatles”.
¿También le cerraste la puerta a la actuación?
“Esa puerta no la cierro. Está allí para el momento en que me propongan algo que me parezca interesante”.
¿Lo mejor que te ha pasado en tu carrera?
“Tengo mala memoria para eso, aunque han sido varios, pero lo contaré en un libro, que creo ha llegado la hora de escribir. En este instante recuerdo la cuarta vez que me presenté en el Festival de Viña del Mar, en plena dictadura de Augusto Pinochet, cuando en mis palabras al público exclamé: ‘A veces hay que escuchar la voz del pueblo’. Eso tuvo tanta resonancia, que aún hoy se comenta como uno de los grandes acontecimientos en la historia de ese evento, sobre todo porque lo dije cuando había serios controles a la libertad de expresión”.
¿Y lo peor que te ha sucedido?
“No lo sé. Olvido rápido las cosas desagradables”.
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